Producción CyT

Entre la ironía y el romance: Pasado, presente y futuro de la filosofía de la historia narrativista

Artículo

Fecha:

2013

Editorial y Lugar de Edición:

Departamento de Filosofía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue

Revista:

P�ginas de Filosof�a, vol. 14 (pp. 22-48) - ISSN 1853-7960
Departamento de Filosofía, Facultad de Humanidades, Universidad Nacional del Comahue

ISSN:

1853-7960

Resumen *

A mediados de los 70�s el narrativismo irrumpe en la escena de la filosof�a de la historia contempor�nea con su texto fundacional: Metahistoria, de Hayden White. Casi diez a�os despu�s, Frank Ankersmit aseguraba que la filosof�a de la historia anglosajona deb�a optar entre dos cuernos de una grave dilema: volverse narrativista y seguir existiendo o permanecer epistemol�gica y desaparecer (Ankersmit,1986). Otros diez a�os despu�s, convencidos de que la disciplina hab�a elegido su autorenovaci�n, Ankersmit ahora junto con Hans Kellner no duda en ensalzar al prometedor narrativismo como una Nueva Filosof�a de la Historia (Ankersmit y Kellner, 1995). Hoy, a cuarenta a�os de la aparici�n de Metahistoria, una serie de publicaciones recientes marca la necesidad de reflexionar acerca de la continuidad de la influencia de White (Cf. Ankersmit, Domanska, y Kellner, 2009; Doran, 2010; Kansteiner, 2009; Korhonen, 2006; Paul, 2011; Tozzi, 2009, 2010 y 2011). Sin embargo, si hemos de ser fieles whiteanos, no podemos pensar el presente del narrativismo sin proponer un relato. Ergo, presentar� una narraci�n del narrativismo con el objetivo de evaluar la actualidad del pensamiento de White para el futuro de la Nueva Filosof�a de la Historia. Nueva Filosof�a de la Historia fue la denominaci�n que en 1995 Frank Ankersmit y Hans Kellner dieron al nuevo marco te�rico de indagaci�n de la pr�ctica y la escritura de la historia que emergi� gracias a la revoluci�n producida por Metahistoria de Hayden White. Seg�n el propio Ankersmit, con White, se produjo en la filosof�a de la historia un verdadero giro ling��stico, que pon�a a la disciplina a la altura de los desarrollos producidos en la filosof�a del lenguaje y de la ciencia contempor�neas. Sin embargo, el giro ling��stico que White posibilita adquiere caracter�sticas propias: es un giro narrativista. Con White, la filosof�a de la historia identifica una nueva unidad de an�lisis, la narraci�n hist�rica, y a trav�s de ella, la funci�n del lenguaje en la producci�n de conocimiento acerca del pasado. Ahora bien, cuando White elabora su teor�a de la narraci�n hist�rica simult�neamente reafirma la utilidad de la producci�n de relatos acerca de lo pasado y se�ala los l�mites del discurso narrativo como modo de dar cuenta de lo hist�rico. Esta afirmaci�n cr�tica de la narraci�n (que encontramos tambi�n en las primeras reflexiones de Ankersmit al respecto) puede ser entendida como una aceptaci�n ir�nica de la narraci�n para la historia, i.e., el reconocimiento de que el v�nculo entre narraci�n e historia no es necesario �en el sentido de natural, neutral, o transparente-, de all� que se trata de una aceptaci�n ir�nica en tanto autocr�tica, porque no equivale a un abandono de la producci�n de relatos, sino a la promoci�n de la escritura de la historia dada la eficacia, utilidad y pregnancia cultural de la narraci�n. Puede sostenerse que la consolidaci�n del narrativismo whiteano como habilitador de una Nueva Filosof�a de la Historia se origin� y se aliment� de este esp�ritu ir�nico que permiti� redefinir el objeto de estudio de la disciplina que, a trav�s de la problematizaci�n del car�cter narrativo de la historiograf�a, erigi� al lenguaje hist�rico mismo como el centro de sus investigaciones. Esta aceptaci�n ir�nica explica el surgimiento y desarrollo de la Nueva Filosof�a de la Historia a fines de los 70�s y a lo largo de los 80�s, donde Frank Ankersmit adquiere tambi�n un rol protag�nico. Sin embargo, en la �ltima etapa de la obra de White y Ankersmit (fin de los 90�s en adelante) la actitud de aceptaci�n ir�nica de la narraci�n hist�rica parece virar hacia una posici�n distinta, que denominamos rechazo rom�ntico. White propone un estilo anti-narrativo de representaci�n de los acontecimientos paradigm�ticos del siglo XX, semejante al modernismo literario de Proust, Woolf y Joyce. Ankermist, sostiene la necesidad de recuperar la problematizaci�n de la conciencia hist�rica, a partir de la postulaci�n de la noci�n de experiencia hist�rica sublime. Si bien se trata de dos propuestas distintas, ambos te�ricos de la historia compartir�an una misma motivaci�n: el inter�s de trascender el marco narrativo convencional al interior del cual pensaron la representaci�n hist�rica. La actitud de rechazo rom�ntico consistir�a en la b�squeda de un modo de trascendencia o superaci�n del modo de discurso narrativo, para explorar otros modos de dar cuenta de la historia, por ejemplo, una nueva escritura. El presente trabajo propone que estas opciones �aceptaci�n ir�nica o rechazo rom�ntico� nos permiten guiarnos en la reconstrucci�n del debate y la investigaci�n generados por la Nueva Filosof�a de la Historia, y preguntarnos por la actualidad de sus reflexiones acerca de la escritura de la historia. Información suministrada por el agente en SIGEVA

Palabras Clave

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