"La fuerza transformadora del kirchnerismo". Elecciones 2009: el kirchnerismo frente al espejo, la (ir)resolución del 2001
Artículo
Autoría:
PASCUAL, RODRIGO FEDERICOFecha:
2009Editorial y Lugar de Edición:
HerramientaRevista:
HERRAMIENTA (BUENOS AIRES) HerramientaResumen *
El artículo intenta aproximarse a una incipiente interpretación del resultado de las elecciones a partir del proceso iniciado en 2002 por Eduardo Duhalde, continuado a partir del 25 de mayo de 2003 por Néstor Kirchner y seguido por Cristina Fernández de Kirchner en diciembre de 2007. De modo que este escrito no es estrictamente una radiografía del resultado electoral del 28J sino, más bien, un intento de comprenderlo como una forma en que se manifestó la reconstrucción del poder gubernamental en la argentina post-2001. El punto de partida para este trabajo es la afirmación generalizada sobre los gobiernos de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner que enuncia que ambos tuvieron por objetivo la normalización de la sociedad argentina (Svampa, 2006) luego de que el antagonismo social se presentara en su máxima radicalidad en diciembre de 2001. En este sentido, el efecto de la normalización ha sido la reconstrucción del dominio estatal, y su correlato en la sociedad como un proceso de ciudadanización de las luchas sociales. Fue, precisamente, esta reconstrucción del dominio estatal lo que, a mi entender, se visualizó en las elecciones del 28J. Más aún, lo que se cristalizó fue la vigencia del dominio neoconservador. Mientras que lo que se puso en juego fueron dos modos de producir dicho dominio. Sin embargo, es necesario aclarar que estos dos modos no necesariamente suponen el recambio del elenco electoral. Esta tarea podría ser asumida por la actual administración, no obstante, tal vez, suponga la pérdida de su ya aminorado caudal electoral.Asimismo, desde esta perspectiva, la normalización es esa fuerza transformadora que reclama para sí el kirchnerismo, la cual ha implicado una metamorfosis del antagonismo social. El cambio de forma del antagonismo ha implicado una puesta sobre nuevos modos el cual reaparece como conflictos de grupos de intereses en pugna. Pugna que se ha manifiestado de modos diferenciados en lo político y en lo económico. En este sentido, la fuerza del kirchnerismo ha sido su capacidad de hacer de la radicalización del antagonismo manifestado en diciembre de 2001 en un conflicto productivo para las relaciones de acumulación capitalista. Así presentado el kirchnerismo sería, simplemente, una forma particular de conducción del antagonismo social (Pascual, 2008) que habría mostrado su fin(alidad) en el conflicto que mantuvo con las patronales agrarias entre marzo y junio de 2008. Fue este fin(alidad) el que habría quedado cristalizado en el resultado de las elecciones del 28J de junio de 2009. En definitiva, el kirchnerismo se enfrentó contra su propia fuerza y perdió. Información suministrada por el agente en SIGEVAPalabras Clave
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