Producción CyT

Perspectivas teatrales - El paradigma posmoderno en el teatro emergente: e la desintegración a la resistencia

Congreso

Autoría:

Silvina Díaz

Fecha:

2008

Editorial y Lugar de Edición:

Galerna

ISSN:

978-950-556-535-1

Resumen *

La postura crítica de la posmodernidad -sin duda la más difundida- se basa, en autores como Fredric Jameson, Slavoj Zizek o, a nivel nacional, Esther Díaz, en la idea del  reemplazo de las fronteras políticas por las fronteras simbólicas, en el análisis de los modos de vinculación en la ?sociedad líquida? (Bauman) y en el debate acerca de la proliferación de subculturas que luchan por inscribir su particular idiosincracia en el seno de un mundo globalizado. Señala Zizek (1998) en este sentido que, como ideología del pensamiento posmoderno, el ?multiculturalismo? presenta la imagen de un mundo cultural fragmentado, cuyas piezas aparecen como equivalentes e intercambiables. Sin embargo, los estudios culturales plantean otras visiones que relativizan estas posturas negativas o adversas a partir de la ambigüedad y hasta, en ocasiones, de la celebración de una cultura posmoderna que, según creen, es portadora también de rasgos positivos para la vida en sociedad (Vattimo, 1991; Touraine, 2006). Así, por ejemplo, destaca como un rasgo positivo la ?democracia de opinión? que ?denuncia el carácter formal- abstracto de las instituciones? y que, al evaluar ?las contradicciones según una perspectiva concreta y atenta a las particularidades conflictivas en juego, podría operar sobre los datos presentes, y paradójicamente, innovar? (Sarlo, 1996: 139). La autora concluye afirmando que el cambio no es sólo de destrezas, sino de densidad conceptual e ideológica y también de ideales estéticos (154). En este mismo sentido, Alain Touraine (2006) celebra el retorno al uno mismo y a un ?sano? individualismo, como único modo posible de vincularse eficazmente, así como también el desarrollo de mecanismos de autorreflexión y crítica como un camino hacia la comprensión de la cultura del otro. El abandono del nihilismo y la posición acrítica que, para muchos teóricos, marcó el inicio de la etapa posmoderna se vislumbra, en nuestro teatro, en la concepción de la escena como un instrumento de resistencia y de oposición a la fragmentación y a la anulación de las identidades en el contexto de una cultura global. Información suministrada por el agente en SIGEVA

Palabras Clave

DEBATEIDOELOGÍAPOSMODERNIDADTEATRO