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Actas del congreso - El Grupo Neuquén (Cretácico) en el borde oriental de la Cuenca Neuquina, Provincias de Neuquén y Río Negro, Argentina.

Congreso

Autoría:

Sánchez M. L. ; Morra S. ; ARMAS, MARIA PAULA ; Rossi J.

Fecha:

2008

Editorial y Lugar de Edición:

AGA

Resumen *

Durante el Cretácico la Cuenca Neuquina se aisló del océano protopacífico como resultado del crecimiento del arco volcánico. Éste se vincula con un nuevo régimen tectónico caracterizado por el quiebre de la Placa Americana y la Placa Africana. El estadio de deriva y el cambio a positiva en la velocidad de roll-back marcan el inicio de la tectónica compresiva e involucra la transición desde un ambiente de retroarco extesional a un margen tipo Andino y el desarrollo de la cuenca de antepaís (Cobbold y Rosello 2003; Ramos y Folguera 2005). El desarrollo de la faja plegada y corrida controló la distribución de los depocentros.y la migración de los mismos hacia el este. La actividad del arco, iniciada en el Jurásico medio, sufrió una expansión hacia el antepaís entre los 90,36 ± 3,63 Ma y 64 ± 1,9 Ma (Ramos y Folguera 2005). A fines del Cretácico la transgresión marina Atlántica afectó a la Cuenca y permitió la depositación de sedimentos marinos someros en amplias áreas. La distribución de isópacas del Grupo Neuquén es concluyente respecto a la geometría de una cuenca de antepaís y coincide en su distribución y orientación con la dirección N40ºO del vector de convergencia y el desarrollo de la faja plegada y corrida que controla la posición de máxima subsidencia. Constituye un excelente registro sedimentario de la evolución de la cuenca de antepaís entre el Albiano y el Campaniano y adquiere relevancia el estudio de detalle de las unidades que lo integran. Por este motivo en este trabajo se presenta una primera aproximación a la evolución tectoestratigráfica de la unidad en el borde oriental de la Cuenca Neuquina. El Grupo Neuquén está constituido por tres unidades genéticas mayores correspondientes a los Subgru¬pos Río Limay, Río Neuquén y Río Colorado (Cazau y Uliana 1973; Legarreta y Uliana 1999). El Subgrupo Río Limay, incluye a las Formaciones Candeleros, Huincul y Cerro Lisandro. Cuando se analiza la distribución y los caracteres estratigráficos de la Formación Candeleros, se infiere la existencia de extensas redes de avenamiento que alimentaban a abanicos terminales donde el control alocíclico más significativo es el clima. Estos ambientes son típicos de regiones semiáridas con fuerte estacionalidad climática, con periodos de alto rango de agradación relacionados a eventos de inundación y asociados con topografías de bajo gradiente. La retrogradación y progradación de los sistemas tienen una fuerte componente autocíclica relacionada con la superación del umbral de estabilidad geomórfico. La unidad se depositó durante las etapas tempranas del antepaís con el depocentro de la cuenca asociado al frente de corrimiento, en condiciones de bajo gradiente, controlada por una topografía de bajo relieve en el borde oeste de Sudamérica y por el desarrollo de los edificios volcánicos relacionados a un volcanismo ensiálico en el actual ámbito chileno (González Bonorino et al. 2001). La Formación Candeleros apoya en discordancia sobre depósitos más antiguos, pero su continuidad no ha podido ser comprobada en el borde occidental de la cuenca próxima al frente de deformación. Allí la Formación Huincul apoya en discordancia (Discordan¬cia Intercenoniana?) sobre el tramo superior de la Formación Rayoso y está intensa¬mente fracturada. Estos elementos permiten inferir que el avance del frente de la faja plegada y corrida afectó tempranamente a los depósitos basales del Grupo Neuquén. La Formación Huincul está integrada por cinturones de canal de alta sinuosidad, tanto en el tope como la base, desarrollados en condiciones de baja acomodación y con un mecanismo de avulsión dominado por la migración lateral, estrangulamiento y corte abrupto de meandros. El alto grado de preservación de las macro y mesoformas de intracanal en el sistema, sugiere un alto rango de agradación. El tramo medio de la unidad presenta una arquitectura de gran escala de canales aislados o con relaciones multilaterales, sin discontinuidades mayores. Esto permite interpretar que su evolución estuvo condicionada por un amplio espacio de acomodación, una marcada estacionalidad en las precipitaciones y probablemente algunos cambios climáticos de mediano término; con una relación A/S próxima a 1 (Martinsen et al 1999) asociada con la caída gradual del nivel de base bajo condiciones de alto suministro. La participación de material volcaniclástico en la Formación Huincul sugiere una actividad volcánica contemporánea, durante el Cenomaniano; periodo durante el cual Ramos y Folguera (2005) proponen la migración rápida del arco hacia el antepaís luego del emplazamiento del batolito en Cordillera Principal. La Formación Lisandro corresponde a un estadío de alta tasa de subsidencia acompañada con la migración progresiva hacia el este del depocentro en función del avance del frente de deformación (Ramos et al 2002). Puede afirmarse que el periodo de depositación de la Unidad está señalado por una expansión de los sistemas depositacionales y un marcado desarrollo de sedimentos de grano fino en diferentes posiciones dentro de la cuenca. En el área estudiada, dicha formación se caracteriza por depósitos eólicos que interaccionan con depósitos de abanico terminal. En el sector occidental, en cambio, tuvo lugar la implantación de un sistema lacustre cuyos depósitos se espesan hacia el oeste en una dirección coincidente con el eje de la cuenca, de acuerdo a la información de subsuelo adquirida. Posiblemente, la Formación Lisandro corresponda a un estadio flexural con mayor definición del abultamiento periférico hacia el este. El Subgrupo Río Neuquén, conformado por las Formaciones Portezuelo y Plottier también evidencia un carácter sintectónico para el periodo de su depositación. En el lago Barreales, la Formación Portezuelo está ca¬racterizada por el desarrollo de canales entrelazados fuertemente apilados en los tramos inferior y superior sugi¬riendo condiciones de baja acomodación, mientras que, el tramo medio está integrado por un sistema fluvial con baja relación canal/planicie de inundación. Si bien en este sector el espacio de acomodación está controlado por la subsidencia flexural, en Senillosa la situación es más compleja debido a la actividad de la Dorsal de Huincul (Ploszkiewicz et al. 1984) que se manifiesta con un pico de subsidencia en el tope de la Formación Portezuelo, donde se identifica una sucesión lacustre-palustre. En el lago Barreales la unidad es cubierta en paraconcordancia por la Formación Plottier, debido al desarrollo de una discordancia progresiva. Ésta última muestra dos pulsos de subsidencia, con desarrollo de un sistema fluvial efímero en la base y canales de alta sinuosidad hacia el tope. Mientras que, el tramo medio, está representado por un sistema entrelazado des¬arrollado en condiciones de baja acomodación. El Subgrupo Río Colorado está integrado por las Formaciones Bajo de la Carpa y Anacleto. La primera está conformada por depósitos eólicos y sistemas fluviales efímeros y meandriformes de alta sinuosidad. La arquitectura a gran escala en el tramo basal muestra un dominio de depósitos de planicie de inundación con ca-nales amplios y de baja frecuencia que sugieren una relación A/S próxima a 1. Hacia el tope presenta el clásico apilamiento de unidades de canal y la expansión de los campos de dunas transversales relacionada con una mayor rigurosidad climática y un alto suministro. Una tasa de subsidencia baja o neutra controló la canibalización de los sistemas fluvio-eólicos, la generación de un campo de dunas parabólicas y la instalación de un sistema fluvial de baja sinuosidad. En la localidad de Neuquén, una superficie de inundación fluvial constituye la base de la Formación Anacleto, que registra la instalación de un sistema fluvial entrelazado agradante con su equivalente distal de alta sinuosidad hacia el norte del área. Éstos exhiben un fuerte apilamiento de las unidades de canal, característico de períodos con baja acomodación. En el tope de la unidad se registra un brusco cambio en el estilo fluvial a un sistema anastomosado que presenta una baja relación canal/planicie de inundación y que se correlaciona, hacia el NE, con depósitos de planicie supramareal de un sistema estuárico superior. Su arquitectura a gran escala refleja el ascenso del nivel de base, el cual está relacionado con el inicio de la ingresión Atlántica en el Maastrichtiano?. El análisis estratigráfico secuencial de las unidades del Grupo Neuquén muestra una fuerte influencia en las variaciones en el espacio de acomodación sugiriendo pulsos recurrentes de subsidencia, que junto con la identificación de numerosos horizontes sismogénicos, demuestran el carácter sinorogénico del mismo. En el extremo noreste de Cuenca Neuquina y durante las últimas etapas de evolución, la eustasia fue un factor alocíclico que ejerció influencia en la arquitectura estratigráfica. La presencia de depósitos volcaniclásticos en todas las unidades indica que la depositación del Grupo Neuquén estuvo asociada con un arco volcánico activo ubicado al oeste de la Cuenca Neuquina. El análisis de las dataciones de los principales eventos magmáticos en el arco, de los pulsos de actividad tectónica (Cobbold y Rosello 2003; Ramos y Folguera 2005) y de las edades propuestas para las diferentes unidades litoestratigráficas que lo integran demuestra esta relación. Información suministrada por el agente en SIGEVA

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