“El proceso de fronterización en Patagonia Central. Chilenos, argentinizados y argentinos, chilenizados en los pasos fronterizos de Futaleufú (Trevelin-Chubut/Futaleufú-Región de Los Lagos) y Coyhaique (Río Mayo-Chubut/Coyhaique-Aisén), (1885-2007)”

Tesis

Resumen *

La tesis tuvo como objeto analizar el proceso de fronterización de los pasos internacionales Futaleufú y Coyhaique, (Ver mapa adjunto) ambos ubicados en la Patagonia Central chileno-argentina. Se considerarán todos aquellos aspectos relevantes para explicar el proceso de construcción de la frontera  en los dos casos mencionados, contemplando tanto las políticas de los gobiernos centrales desarrolladas por parte de los agentes de estatalización y nacionalización, como  las diversas prácticas de las  poblaciones locales (SAHLINS, 1989; GRIMSON, 2002). Del lado chileno tomaremos como casos de análisis las localidades de: Futaleufú  (X Región)[1] y Coyhaique (XI Región)[2] y del lado argentino las localidades de Trevelin[3] y Río Mayo[4], ambas pertenecientes a la Provincia del Chubut. Tanto del lado chileno como argentino, los casos seleccionados poseen una historia similar en cuanto al poblamiento y efectivización de la presencia estatal. Luego de la Campaña de Roca de 1879 (lado argentino) y de la denominada “Pacificación de la Araucanía” hacia 1881-1883[5] (lado chileno) se inició  el proceso de construcción de las fronteras que delimitarían el territorio patagónico. Hacia 1885 el Coronel Luis Jorge Fontana exploró e incorporó formalmente a la Gobernación del Territorio Nacional del Chubut la zona cordillerana del territorio donde se encuentran ubicadas las localidades de Trevelin y Río Mayo. En el caso chileno en 1874 la Ley de Colonización de la Araucanía, inicia el asentamiento de empresas ganaderas en la zona de Aysén, sin embargo, la presencia estatal se desarrolló desde fines de 1920 con la fundación oficial de Coyhaique y Futaleufú.  Siendo  el Coronel Marchant el equivalente a Fontana en Chile, ambos “héroes” fundadores dejaron sus “huellas” en la toponimia del territorio y en la elección de fechas y nombres de las localidades que incorporaban a sus respectivos Estados. Las fundaciones[6] de las localidades ubicadas a uno y otro lado de la frontera, sólo marcaron el inicio de un largo proceso  de fronterización, por el cual las poblaciones ubicadas a uno y otro lado de la frontera llegaron a ser fronterizas. A lo largo del arco temporal propuesto en el siguiente proyecto, los intereses, alianzas, y características de los grupos sociales al interior de los espacios fronterizos propuestos, fueron transformándose  en un desarrollo no exento de conflictos hacia el interior de cada núcleo poblacional y entre los Estados chileno y argentino. El lado chileno fue poblado mediante el reingreso de chilenos que residieron anteriormente del lado argentino, y que por problemas con  las autoridades de este país y aprovechando una coyuntura favorable para  la colonización en Aysén y Futaleufú deciden regresar a Chile. Por la estadía en Argentina se habían argentinizado, esto representó un dilema para el Estado chileno, ya que consideró que estos pobladores a pesar de ser chilenos o hijos de chilenos, eran “casi” argentinos. De manera similar del lado argentino, las autoridades territorianas consideraron que la argentinidad en la cordillera se hallaba en peligro por la alta presencia de chilenos que chilenizaban las costumbres argentinas. Es por ello que, diferenciar las poblaciones de uno y otro lado implicó el esfuerzo nacionalizador por parte de ambos Estados para hacer coincidir la frontera política y la frontera cultural[7] e identitaria. Explicar este proceso implica considerar una perspectiva de larga duración braudeliana, que permita “captar” las profundidades abismales y las mil velocidades del tiempo social  (BRAUDEL, 1974: 29). De ahí que necesariamente debamos considerar un bloque temporal entre 1885 y 2003, que permita explicar por qué actualmente se encuentran “naturalizadas” las diferencias entre uno y otro lado de la frontera.     [1] Futaleufú es capital de la Comuna de Futaleufú, pertenece a la Provincia de Palena y cuenta con 1.735 habitantes distribuidos en 1.280 kilómetros cuadrados. [2] Coyhaique es capital de la Provincia de Coyhaique y posee 42.000 habitantes. [3] La localidad de Trevelin se encuentra ubicada al noroeste de la Provincia del Chubut. Hacia el año 2000 Trevelin poseía 6.946 habitantes ubicados en el ejido urbano y los barrios Los Cipreses, Aldea Escolar, y Lago Rosario, alejados entre 20 y 40 kms. del pueblo, ver Anuario Estadístico de la Provincia del Chubut, Dirección de Estadística y Censos, Dirección General de Información de Gestión, Secretaría General de la Gobernación, Provincia del Chubut, versión electrónica, año 2000. [4] Río Mayo se encuentra al sureste de la Provincia del Chubut y hacia el año 2000 poseía 3.542 habitantes, Anuario Estadístico... (Ob. Cit.). [5] Fecha del último levantamiento mapuche. [6] Alrededor de las fundaciones se construye un mito del “tiempo de origen”, alrededor del cual se despliega un reltato no carente de falsedad, no porque sea falso sino porque es imposible volver al pasado para comprobarlo. Lévi-Strauss plantea que la sustancia del mito se encuentra en la historia relatada, que si bien refiere a acontecimientos pasados, forma también una estructura permanente, donde “dialogan” pasado, presente y futuro, ver: Lévi-Strauss, Claude, “La estructura de los mitos”, en Antropología estructural (Eudeba, Buenos Aires, 1977) [7] Fernández Bravo analiza la producción cultural que acompañó el proceso de expansión nacional sobre los territorios patagónicos tanto en el caso chileno como argentino, explorando las zonas de contacto múltiple de las narrativas nacionales y sus otros. Ver: Fernández Bravo, Alvaro: Literatura y frontera. Procesos de territorialización en las culturas argentina y chilena del siglo XIX, (Editorial Sudamericana, Universidad de San Andrés, Buenos Aires, 1999) Información suministrada por el agente en SIGEVA