En los escobazos leemos el desastre: El episodio de las putas de San Julián desde la perspectiva de la historia enlazada

Capítulo de Libro

Resumen *

Este capítulo desarrolla, desde la perspectiva crítica del desastre, un análisis del acto de enunciación que cinco mujeres realizaron en el contexto de las huelgas patagónicas ocurridas entre los años 1920 y 1922 en la provincia de Santa Cruz (Argentina). Se trata de la huelga que el 17 de febrero de 1922 llevaron a cabo las trabajadoras sexuales del prostíbulo La Catalana, situado en la ciudad de Puerto San Julián. El suceso fue absolutamente ignorado hasta que el historiador Osvaldo Bayer lo incluyó en su obra La Patagonia rebelde (2009 [1972-1978]).1 En el marco de su extensa investigación, Bayer había hallado un acta policial en la que constaban los nombres de cinco mujeres: Maud Foster, María Juliache, Consuelo García, Ángela Fortunato y Amalia Rodríguez. Ese archivo motivó la incorporación del episodiode “las putas de San Julián” en el capítulo titulado Los vencedores (Forhe is a jolly good fellow). El acta aludida exponía que las mujeres habíansido detenidas en la comisaría del pueblo porque se negaron aatender a los soldados enviados desde la capital del país con el objetivode acabar con las huelgas. Bajo el mando de Héctor Benigno Varelay por una elíptica orden de Hipólito Yrigoyen, las tropas se encargaronde cerrar el conflicto a través del fusilamiento de aproximadamente1.500 obreros.2 Tras los agasajos que siguieron a los fusilamientos,los soldados habían recibido la invitación y el permiso para visitardistintos prostíbulos antes de volver a Buenos Aires. Pero cuando elprimer grupo llegó a las puertas de La Catalana, las mujeres que allítrabajaban (de ahora en adelante, las catalanas) les negaron el ingreso.Aquellos que habían sido condecorados como héroes entre los varonesde las sociedades rurales fueron echados a escobazos al grito de“‘¡asesinos! ¡porquerías!’, ‘¡con asesinos no nos acostamos!’” (Bayer,2009, p. 247). Las cinco trabajadoras sexuales de San Julián, “únicosseres valientes que fueron capaces de calificar de asesinos a los autoresde la matanza de obreros más sangrienta de nuestra historia”(Bayer, 2009, p. 248). Información suministrada por el agente en SIGEVA