Producción CyT

Las estrategias organizativas de las escuelas para afrontar la continuidad pedagógica durante la pandemia. Una mirada desde la equidad educativa

Capítulo de Libro

Autoría:

Bonino, Natalia ; Llera, Daniela ; Lis, Diana Isabela

Fecha:

2023

Editorial y Lugar de Edición:

EDIUNS

Libro:

EQUIDAD EDUCATIVA: SEGMENTACIÓN ESCOLAR EN LA LOCALIDAD DE BAHÍA BLANCA (pp. 186-204)
EDIUNS

ISBN:

978-987-655-336-0

Resumen *

Conforme lo planteado por Sen (1997), el desarrollo económico es el resultado de conjugar igualdad de oportunidades con el fortalecimiento de capacidades de los individuos. La educación tiene un rol transformador de realidades socio-económicas, lo cual se puede observar tanto a nivel macro como así también a nivel micro. En este último caso, una persona con mayores niveles de educación tiene la posibilidad de obtener un mejor nivel de ingresos en el mercado laboral conforme lo explica la Teoría del Capital Humano (Schultz , 1961; Becker, 1983). Por otro lado, a nivel macroeconómico, se verifica una relación positiva entre mayores niveles de inversión en educación y el aumento del producto (Aghion y Howitt, 1998; Lucas, 2002). Los beneficios de la educación exceden la esfera económica: un mayor nivel educativo provoca una mejora en los hábitos y decisiones de consumo, además de representar una influencia positiva en las decisiones de planificación familiar, cuidado de salud y educación de sus hijos (Formichella, 2010). La educación también contribuye a fortalecer los derechos políticos, a la existencia de una mayor cohesión social y a la mejora en el uso de las tecnologías (Wolfe y Zuvekas, 1995; Mora Ruiz, 1987). Acorde a los beneficios descritos, a lo largo del tiempo en Argentina se ha ampliado el acceso a la educación formal: desde el año 2006 a partir de la Ley de Educación Nacional 26.206 la educación obligatoria se extiende desde los cuatro años hasta la finalización del nivel secundario. Este aumento en la obligatoriedad ha implicado una masificación medida en la matrícula de cada nivel (Rivas y otros, 2010; Morduchowicz, 2003; Botinelli, 2018). Sin embargo, la expansión del sistema educativo no se ha desarrollado en forma homogénea, sino que ha estado caracterizada por fenómenos de segmentación, fragmentación y segregación (Tiramonti, 2005; Botinelli, 2018). La diferenciación de las escuelas es un proceso ya reconocido desde los años ´80 (Braslavsky, 1985) pero que a partir de los años ´90 parece haberse profundizado. Esta segmentación conlleva a la reproducción y ampliación de las desigualdades de origen a través de la educación, en primer lugar, por la segregación de los estudiantes que impide que el paso por la escuela se convierta en una instancia de distribución de capital social; y luego, porque en función de su origen social los alumnos acceden a escuelas con distintos niveles de recursos materiales, humanos y sociales (Krüger, 2016). Es decir que el sistema educativo se conforma por distintos circuitos, aunque descansa sobre el lema de la universalización e igualdad. En el caso particular de la ciudad de Bahía Blanca, se han realizado investigaciones en el ámbito educativo que demuestran la existencia de segregación por nivel socioeconómico entre los sectores estatal y privado (Krüger, Formichella e Ibáñez Martín, 2016; Krüger y Formichella, 2018). La distribución equitativa de la educación constituye un factor potencialmente clave para garantizar la equidad social (Formichella, 2010), y en este planteo el término equidad educativa se vuelve esencial, tanto en su faceta externa (importancia de la educación para igualar oportunidades, como por ejemplo en el acceso al mercado laboral), como en su faceta interna (condicionantes escolares y extraescolares en las posibilidades de acceso y éxito en las trayectorias). Particularmente, para este trabajo se retoma la noción de equidad educativa en su faceta interna, dentro de las cuales se incluyen: las condicionantes socioeconómicas del alumnado y las familias, los insumos y factores institucionales, y los resultados internos del sistema educativo (Krüger, 2016). Vale aclarar que dentro de los insumos y factores institucionales se incluyen aspectos como recursos humanos, recursos materiales ˗que comprenden a los tecnológicos˗, gobernanza y clima escolar . En el año 2020, la irrupción de la pandemia reconfiguró los modos de enseñar y de aprender trasladando la educación presencial a un formato virtual, exponiendo en dicho proceso las desigualdades materiales previas. Como se explica en el informe de la CEPAL (2020) la desigualdad en el acceso a la educación por vía digital aumenta las brechas preexistentes en relación con la información y el conocimiento ya que no se trata sólo de las posibilidades de equipamiento sino también de las habilidades que se requieren para aprender a través de los medios digitales Respecto al equipamiento de los hogares, el mismo informe manifiesta que existen diferencias sustanciales en el tipo de equipamiento según el nivel de ingresos para nuestra región: En el cuartil de ingresos más elevados entre un 70 y 80 % de los estudiantes tiene una computadora portátil, mientras que en el cuartil de ingresos más bajo ese porcentaje sólo alcanza un 20% siendo el principal dispositivo de acceso los teléfonos celulares. Además, según el estudio realizado por Álvarez Marinelli y otros (2020b) los estudiantes que provienen de hogares más vulnerables son aquellos que menor acceso tienen a internet con suficiente velocidad o ancho de banda, al mismo tiempo que el número de estudiantes de secundaria que asisten a escuelas con acceso a internet con suficiente velocidad o ancho de banda es menos de la mitad del promedio de los países de la OCDE. En nuestro país para el año 2020, según los datos del Ministerio de Educación (2020): ?menos de la mitad de los hogares cuenta con acceso fijo de buena calidad en la señal a Internet, 3 de cada 10 de hogares no tienen acceso fijo a Internet, 27% accede sólo por celular y 3% no tiene internet de ningún tipo. En hogares con Internet fija, la tercera parte tiene problemas en la señal. El 53% no cuenta con una computadora liberada para uso educativo. El piso tecnológico de los hogares que asisten a escuelas del sector privado duplica al de los que asisten al sector estatal? (pp.2) Estos problemas vinculados a la dotación de recursos tecnológicos no sólo afectaron a las familias sino también a las instituciones educativas. En nuestra región la conectividad de las escuelas apenas alcanza para fines administrativos y no permite operar plataformas de enseñanza y aprendizaje ( Álvarez Marinelli y otros ; 2020) , y además existen fuertes problemas con los equipamientos a nivel individual: más del 70% de los directivos y docentes manifestaron tener problemas de conectividad y más de un 60% problemas con el equipamiento (Ministerio de Educación, 2020). Como mencionamos, las brechas digitales se relacionan con las habilidades requeridas para usar la tecnología, crearla y transformarla (Lugo y Ithurburu, 2019), y en nuestra región se observa cómo el nivel socioeconómico impacta en las habilidades y posibilidades de participación de la sociedad digital (Trucco y Palma, 2020) En este sentido, este capítulo se basa en el interés de analizar cómo ha impactado la pandemia en la educación secundaria a nivel local durante el año 2020, prestando especial atención a cómo la disponibilidad y el uso de los diversos recursos impactaron en la organización del trabajo en distintas escuelas y para reflexionar acerca de su impacto en la inequidad educativa del sistema. Información suministrada por el agente en SIGEVA