Gotas del óleo sagrado de Samuel. Una interpretación carismática de la persona del soberano

Tesis

Resumen *

La problemática teórico-política a analizar en la siguiente tesina se inscribe dentro del inmenso y polivalente campo que nuestra tradición de discurso nomina como «teología política». Conscientes somos de que dicho concepto no es unívoco, ni se encuentra tampoco exento de disputas o debates en torno a su correcta delimitación, a la legitimidad o no de su utilización a la hora de iluminar algunos de los arcanos más antiguos que encierran las comunidades humanas, o de su utilización como lente hermenéutica para interpretar las problemáticas que inevitablemente tienen lugar producto de la vida en común –más allá de cómo entendamos a este último concepto. Por esto mismo, quien escribe ha debido de tomar algunas decisiones metodológicas en cuanto a la selección de autores, a la relación o no relación entre las problemáticas por ellos planteadas, y a su posible inscripción dentro de una misma genealogía teológico-política. Dichas decisiones, aún cuando reconozcamos que poseen un alto grado de discrecionalidad, son sin embargo necesarias e imperativas ya que la historia de algunas de las problemáticas trabajadas se cuentan ya no en siglos, sino en milenios. Quedará a juicio del lector o la lectora evaluar o determinar el peso de nuestros argumentos y el valor de nuestra interpretación, la selección de los autores y la fidelidad que se guarda en la lectura de sus obras y, finalmente, las relaciones que entre los mismos se proponen y la importancia de la problemática, teórica y práctica, que se intenta –muy minuciosamente– entretejer. Aclarado esto, quisiéramos mencionar a grandes rasgos nuestra interpretación y nuestra apuesta, a modo de aportar un poco de claridad a la lectura. Los autores y las obras que trabajamos son las de Pablo de Tarso, Carl Schmitt, y Juan Domingo Perón. Tres nombres que rara vez han sido colocados en una misma serie o incluidos dentro de una misma problemática teórico-política. No obstante ello, creemos que existe un punto que, más allá de cualquier consideración, dichos autores compartían: su catolicismo, y, más precisamente, su inquebrantable fe en la promesa de salvación en virtud de la cual Jesús-mesías abandonó al Mundo. Lo cual también quiere decir, literalmente, que en el entre excepcional que separa a la vez que une los campos que abarcan lo sacro y lo profano, se aloja una relación de «bando», uno de los arcanos más antiguos del poder soberano. Revelar dicho ‘secreto’ implicaría pensar que se es «soberano» no por la capacidad de decidir sobre el «estado de excepción», sino porque a través de la propia persona del soberano se hace presente algo –una excedencia, un resto, una espectralidad, una donación, la Gracia misma, entre otras formas posibles de nominarlo– que no pertenece al orden de lo fáctico, sino que le es trascendente. Dicha particular interpretación de la soberanía, creemos, se encuentra respaldada por antiguos tratados del cristianismo primitivo que podríamos denominar como «pneumatológicos», dado que en ellos se defiende la idea de que el poder, que es trascendente respecto del Mundo, se manifiesta o hace presente en el mismo no por la omnipotencia soberana del Padre, tampoco por la labor «oikonómica» del Hijo, sino por la intangible y ubicua presencia del Espíritu, la cual se encarga de distribuir tanto los ministerium [ministerios, cargos, facultades] como los mysterium [misterios, dones, carismas]. Es decir, de establecer el modelo en virtud del cual las comunidades humanas adquieren su «Forma», y también de seleccionar a sus personalidades, digamos, «excepcionales». Información suministrada por el agente en SIGEVA