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La configuración del liberalismo en la obra de John Locke

Thesis

Date:

07/03/2016

Summary *

El objeto de este trabajo es sostener que en la obra de John Locke encontramos la configuración del liberalismo. De lo que se trata es de dar cuenta de una construcción filosófica que ha tenido una profunda influencia en la tradición teórica y en la propia historia del liberalismo, al punto que conserva su vigencia hasta nuestros días. No se intentará, por tanto, participar en la discusión de la historia de las ideas, o de la historia conceptual, acerca de los orígenes del liberalismo o sobre si Locke fue el primero en formular todos o algunos de los elementos con que habremos de definir el liberalismo. En lugar de ello se sostendrá simplemente que el liberalismo lockeano se configura a partir de la articulación de cuatro elementos fundamentales: a) la asunción del estado de naturaleza como orden teológico supra y pre-político; b) la emergencia en él de la propiedad privada con anterioridad al nacimiento del Estado; c) la conformación del Estado a partir del pacto entre propietarios a quienes se restringe la potestad de representación política; y d) la apelación a la resistencia social como límite último frente a los abusos del gobierno estatal. Estos cuatro elementos abarcan, a su vez, una larga serie de componentes de la tradición liberal: el individualismo metodológico; la asunción de derechos naturales individuales; la separación entre el mercado como sociedad natural primigenia y el Estado como sociedad artificial derivada; la teoría del valor como fundamento de la acumulación originaria de la tierra y otros medios de producción; la necesidad de limitación del gobierno, tanto ante los derechos de propiedad previos a la constitución del Estado como ante la veridicción del mercado; la idea de que el bien común surge del dejar hacer a los diversos agentes empresarios; la necesidad de garantizar un derecho a los medios de subsistencia, en contraprestación a la obligación de trabajar; el status delegativo de las autoridades políticas; no considerar el gobierno democrático como condición necesaria del gobierno legítimo.En la medida en que se afirma que estos elementos hacen a la configuración del liberalismo en la obra de John Locke, se sostendrá que pueden ser reducidos a una definición general a partir de la adopción de cuatro rasgos fundamentales que hacen a una forma de Estado cuyo gobierno, por definición, debe hallarse limitado. En primer lugar, una concepción atomística de la sociedad, considerada como agregación de individuos con intereses, deberes y derechos irreductibles. Este elemento es asumido al suponer un ordenamiento teológico natural que no requiere de la mediación social o política para ser efectivo en manos de los individuos. En segundo lugar, se halla la separación entre sociedad y Estado, entendiendo a la primera como el conjunto de relaciones naturales y privadas de intercambio entre los individuos, al que también puede referirse con el término mercado. Sólo a partir de este supuesto resulta posible sostener que la propiedad privada puede surgir en estado de naturaleza sin necesidad del Estado. En tercer lugar, una definición del Estado como dispositivo de seguridad, creado por la asociación artificial y voluntaria de agentes preexistentes, a fin de proteger determinados bienes en propiedad que son detentados con anterioridad a la fundación del orden político. La restricción patrimonial a la participación política constituye el correlato de la asunción de este supuesto. Por último, encontramos la idea de que el gobierno de los asuntos públicos ejerce funciones limitadas y delegadas, producto de la confianza de los súbditos y acorde a los fines del Estado, razón por la cual puede ser removido en caso de abuso. De aquí surge la resistencia social como manifestación de tal carácter limitado y delegativo del gobierno, la cual se basa en un principio de soberanía popular que no requiere de una forma representativa democrática.Se sostendrá, a su vez, que estos cuatro rasgos liberales se sustentan, en la obra de John Locke, tanto sobre argumentos teológico-morales, económicos, jurídico-institucionales como histórico-sociales, que deben ser estudiados como parte de una misma teoría política. De aquí la necesidad, por un lado de un análisis específico de cada uno de estos rasgos y, por el otro, de una perspectiva filosófica capaz de estudiarlos como parte de un todo. En este sentido, se mostrará, en primer lugar, que Locke apela a una fundamentación teológico-moral basada en la tradición del derecho natural (luego secularizada bajo la forma de derechos inalienables del hombre), características propias del liberalismo económico (que han sido retomadas y canonizadas por la economía clásica, como son la teoría del valor y la idea de que el bien común va de la mano de la acumulación de capital), y elementos del liberalismo político (algunos de los cuales recuperan aspectos de una larga tradición republicana y conforman la construcción jurídica-institucional aún vigente, como lo son los principios de división de poderes y de gobierno delegado y limitado; y otros han tenido una profunda huella en la historia posterior del liberalismo, como lo es la noción de resistencia social o, si se quiere, de revolución burguesa frente al gobierno despótico). En segundo lugar, es preciso mostrar que estas diferentes dimensiones se hallan articuladas por la configuración del liberalismo, y exigen, por tanto, un abordaje integral. En este sentido, se sostendrá la necesidad de asumir una perspectiva crítica del objeto de estudio, que muestre la pertenencia de los argumentos teológico-morales, económicos, jurídico-institucionales e histórico-sociales a una construcción que debe ser estudiada por la filosofía política en cuanto se cristalizan en una fundamentación de carácter universal acerca del orden político legítimo. Information provided by the agent in SIGEVA

Key Words

LIBERALISMOJOHN LOCKEPROPIEDADFILOSOFÍA POLÍTICA