Science and Technology Production

En las tablas libertarias: Experiencias de teatro anarquista en Argentina a lo largo del siglo XX

Book

Authorship:

Carlos Fos

Date:

2010

Publishing House and Editing Place:

Atuel

ISBN:

978-987-1155-72-9

Summary *

1. Descripción  El libro que presentamos es producto de una selección de ensayos del Dr. Carlos Fos sobre el teatro de producción anarquista en nuestro país. Estos trabajos han sido publicados en diferentes etapas y medios, y han sido corregidos y aumentados por el autor en colaboración con la editora y autora del estudio preliminar, dándole una profundidad al tratamiento del objeto de estudio, que permita una aproximación a esta prolífica obra de dramaturgia revolucionaria, poco estudiada y en muchos casos omitida en periodizaciones de la escena nacional. Estos artículos se escribieron a partir de una larga investigación emprendida por el responsable de los mismos y que se extendió por más de veinte años. Fueron utilizados los recursos que aportan la historia oral y la etnohistoria (se entrevistaron a más de un centenar de protagonistas) para completar los documentos físicos disponibles. Estos encuentros pautados evitaron el registro anecdótico o la empatía emotiva, y se confrontaron con periódicos, libelos, diarios de viaje, testimonios escritos, libros editados o inéditos y otros registros hallados durante la pesquisa. La elección de estos textos está marcada por el deseo de descubrir presencia dramatúrgica ácrata en diferentes regiones del país, por entender el peso de los talleres y escuelas anarquistas en la creación y difusión de las obras y por verificar procesos de hibridación política, en los que las piezas de origen de libertario devienen en otras expresiones de ideología distinta (en esta oportunidad se tomarán casos solamente relacionados con el peronismo). La posición del discurso dramático libertario se distinguirá de su correlato esteticista por constituir un discurso de resistencia y de réplica al discurso burgués. Mientras para la vanguardia experimental la innovación consistía en establecer un sistema representacional que respondía a la voluntad instauradora del lenguaje poético, la innovación libertaria consistía en realizar un lenguaje funcional encargado de crear campos artísticos independientes asociados con la cultura popular, ahogada, reprimida y negada secularmente por el discurso realista. Consideramos que la actualización del material y su compilación en un solo volumen serán de gran aportación a la comunidad intelectual y, más específicamente teatral, en una época en que la reconstrucción de la historia (teatral y política) aparece en primer plano. Creemos que la recuperación crítica y la difusión de este teatro es uno de los temas pendientes de nuestro ámbito, y es por ello que nos hemos abocado a él. 2. Fundamentación  Ante la llegada del año 2010, los estudios históricos que bucean en la vida de la Argentina crecen con inusitada velocidad. Con la excusa del bicentenario del primer proyecto independentista con cierto éxito en la región del Plata, esta explosión de pesquisas nos entrega ensayos de dispar calidad. Buena parte de estos trabajos intentan responder a cuestiones esenciales abordadas con diferentes herramientas e ideologías a lo largo de los procesos que fueron definiendo al país, sin hallar respuestas definitivas o si se las esgrimían no contaban con sólidos argumentos teóricos. El repensar lo identitario, (ya alejados de considerarlo como un bloque monolítico rastreable en un pasado mítico inexistente), como una multiplicidad de voces cambiantes en un mundo de fronteras porosas, es uno de los tópicos más transitados. Por supuesto, el teatro no podía quedar ajeno a este fenómeno y surgen investigaciones sobre períodos o poéticas poco analizadas, visitadas hoy desde perspectivas multidisciplinarias.   La producción dramática del movimiento libertario en la Argentina es uno de los objetos a estudiar ya que generalmente ha sido tratada superficialmente o limitándose a escritores filo-anarquistas de reconocida trayectoria en el ámbito comercial (Florencio Sánchez, González Pacheco). De esta manera, es olvidado el trabajo de anónimos dramaturgos aficionados que alimentaron con sus obras el aporte cultural del anarquismo. La creación de los centros y los círculos ácratas es un fenómeno inédito por su producción y por la originalidad de su labor. La importancia del circuito de producción teatral libertaria en Argentina, que estos espacios integraban, es indiscutible, especialmente hasta mediados de la segunda década del siglo XX. Podemos analizar las diferencias entre conciliadores y puristas en el seno del movimiento, pero aún los primeros que aceptaban las obras naturalistas de reconocidos dramaturgos tenían diferencias profundas con esta propuesta estética. Mientras que los naturalistas pretendían lograr una reproducción fotográfica y extremadamente verista del mundo, los ácratas intentaban expresar el ideal subyacente de esta realidad. La tarea de su teatro era educativa y por lo tanto superaba cualquier imitación de los sucesos en aras de superarlos positivamente. En el discurso e imágenes escénicas anarquistas, mucho más simbólicos y alegóricos que reales, se luchaba por reflejar las causas del comportamiento social humano. Y esta descripción, especialmente cuando se trataba de hechos históricos, proporcionaba argumentos para presentar el mundo como transformable. Se explicitaban, a través de los personajes esclarecidos, los pasos necesarios para una verdadera revolución horizontal, donde las decisiones fueran tomadas por el pueblo esclarecido y no por conducciones mesiánicas ocasionales. El realismo aceptado era el que plasmaba un relato de los problemas sociales dentro de un marco de optimismo sobre el porvenir. Este optimismo, que generalmente era expresado en escena por un joven o un niño como metáfora del futuro, estaba basado en la fe inquebrantable en el triunfo final de una sociedad organizada bajo los parámetros de la libertad y la solidaridad. No sólo había que señalar vicios y virtudes del colectivo a cambiar, también se señalarían claramente derroteros que condujesen a este progreso social. Los espectadores contarían con herramientas para comprender críticamente su entorno, pero también para convertirlo en un espacio anarquista. Con esta misión apostólica los dramaturgos libertarios, no profesionales, escribirían textos inspirados en ideas francas y atrevidas, de real libertad y justicia, de generosos sentimientos de fraternidad, de paz y armonía. Cuando el acceso al documento escrito es imposible o está seriamente dificultado por diversas causas, debemos recurrir al uso de herramientas alternativas. En los últimos años los recursos provistos por la historia oral y la etnohistoria se convirtieron en aliados adecuados para completar huecos en los procesos relevados. Y a ellos nos acercamos para revisitar con miradas diferentes las categorías establecidas en el pasado y aún para ayudarnos en la conformación de un original corpus teórico para el análisis de las expresiones teatrales contemporáneas. En la investigación sobre la producción dramática libertaria realizada por Fos, el rescate de las voces de los protagonistas le permitió comprender la relevancia del fenómeno y los alcances del mismo. Así fue surgiendo un discurso, diluido por la voz hegemónica de la memoria oficial y de una riqueza impensada de acuerdo a los mitos establecidos por los sectores dominantes en el colectivo social. Con acciones concretas y de la mano de la antropología cultural (con una colección científica del relato), Fos ha desarrollado vías para la restitución de ese polifónico mundo, horizontal y en debate constante que caracterizaba a las actividades artísticas anarquistas. Una de las tentaciones encontrada en el camino de reconstrucción de memoria es sostenerse en elementos aislados y fijar sobre ellos una perspectiva fetichista. Si la trampa se hace efectiva, nos vestiremos de buscadores de tesoros, incapaces de articular los fragmentos hallados con los grupos sociales que los produjeron. Cada pieza oral redescubierta debe ser pilar de construcción de originales y futuras elaboraciones culturales. Al trabajar con textos y discursos no podemos desconocer aquello que los definen. Superando la simple descripción de cadena lógica de oraciones, los textos constituyen un recorte de la lengua con textura, indispensable para reconocer a esa cadena como un conjunto enriquecido por múltiples relaciones. Siempre se tratará de una opción de lo que pudo decirse, una selección en el conjunto del potencial, que no es ingenua y responde a la ideología o intenciones del que la hace. Pero los discursos escritos difieren de los orales, entre otras cosas, porque los segundos son emitidos en un contexto de situación, determinado por condiciones del orden de lo social, cultural y aún emocional. El investigador no sólo no debe omitir los recursos del hablante para completar su discurso, sino por el contrario, asirse de los mismos (pausas, entonación, cambios en el ritmo y en la vehemencia de lo expuesto, gestualidad o falta de la misma). Esos recursos no son aleatorios, en muchas ocasiones responden a un esquema mítico y deben ser analizados en función del colectivo a que pertenece el individuo entrevistado. Comprender a los viejos militantes ácratas es comprometerse con los principios constitutivos del movimiento que los contuvo décadas atrás. Y al comenzar con la pesquisa, un nuevo desafío se imponía, ya que se hacía necesario estrechar los límites del campo de rastreo. Luego de registros generales, Fos se centró en los testimonios de los obreros y luchadores anarquistas anónimos, es decir, en aquellos que no habían ocupado cargos de conducción en gremios o prestigio como teóricos, pero sí una tarea encomiable en la difusión del ideal a través del teatro. No estamos estudiando un cuerpo homogéneo, por el contrario las particularidades estructurales del mismo (respeto por el disenso, desprecio por el principio de autoridad sostenido en la irracionalidad), que lo convierten en un caudaloso río con múltiples brazos. Interpretar esta premisa es el punto de partida de cualquier acercamiento a este particular objeto de investigación. En los proyectos libertarios coexisten diversas miradas pero hay gruesas líneas que permiten definirlo en trazos amplios, siempre en tensión interna. El ácrata desprecia la voz oficial, la del poder dominante y abusivo, que sólo busca el control social y epistemológico. Además, los que detentan la potestad de las decisiones absolutas lo hacen con la tranquilad de contar con la eficacia de instrumentos coercitivos sutiles o visibles para cumplir con sus metas. La estrategia del movimiento fue crear sus propios espacios de creación y difusión cultural en un intento por trasladar de los lugares burgueses de dominancia en el campo el peso excluyente de los núcleos de concentración del poder real, tanto económico como político. No era su intención plasmar una simple controversia verbal en barricadas y mitines, o epistolar mediante periódicos adictos; se proponían establecer redes que pelearan palmo a palmo con el elicentrismo patronal hasta que las producciones del movimiento forzaran un cambio definitivo de su visión de mundo en los ámbitos proletarios. El establecimiento tanto de instancias societarias como de medios de divulgación y de centros de creación obedeció a este plan de copar los espacios culturales desde los cuales el éliticentrismo capitalista hacía prevalecer su imagen de mundo y las definiciones a través de las cuales se ejercía el control de las representaciones simbólicas. La propuesta radical del anarquismo se diferencia de otras manifestaciones opositoras ­-como el comunismo o el socialismo­- en la implantación de un ideario que niega rotundamente las formas despóticas de autoridad, otorgando importancia a la acción comunitaria y los valores humanos a través de la realización personal. Queda establecida dicha diferencia a partir de dos características fundamentales que van a articular el universo estético de la obra anarcosindicalista; por un lado, la visión polarizada de la realidad, y por otro, la negación de toda autoridad, que no sólo encarna la represión, sino también el mal en el mundo. Esta visión social esquemática remite a un orden que podemos rescatar como antecedente de resistencia para posteriores orientaciones políticas y culturales, pues la instalación del anarquismo supone determinados medios de producción y comunicación: imprentas, diarios, librerías, talleres gráficos, agrupaciones comunitarias, que funcionarán como precedente de acción y reflexión cultural. Pero no sólo utilizaron estas estrategias. Se valieron de las armas del adversario para que su mensaje obtuviera dimensiones nacionales. Para ello recurrieron al solitario militante o a las parejas, que recorrían los inmensos y despoblados territorios siguiendo las vías férreas que los ingleses diseñaron para la extracción de los bienes primarios. Los acólitos, tema de diferentes trabajos que Fos ha encarado, tuvieron un papel fundamental, ya que llevaron el ideal a parajes en los que la sindicalización era escasa. Los aparatos alternativos implementados por el anarquismo entraban a disputar palmo a palmo los reductos manejados por el pensamiento hegemónico con la finalidad de desplazar el sistema de creencias operante. La literatura libertaria, y la dramaturgia en particular, se ordenarán a estos propósitos emancipadores, desarrollando una acción verbal destinada a convencer y a persuadir a un sector mayoritario de la sociedad sobre las posibilidades ciertas de tensionar los códigos culturales privilegiados para conseguir una apertura hacia nuevos niveles de realidad, alternativos de los reinantes. La reunión de diferentes ensayos en un libro forma parte de un proyecto de rescate de la memoria de comunidades sumidas en la aculturación, o de procesos históricos no funcionales a la historia “oficial”. Con acciones concretas y utilizando como herramientas a la antropología cultural y a recolección científica del relato, Fos ha desarrollado vías para la reconstrucción de fiestas de los pueblos zapotecas en Oaxaca, México, y para la restitución en el imaginario colectivo del discurso de los libertarios en Argentina. Nunca ha planteado su tarea como la del buscador de objetos muertos o decorativos, sino como el camino para que a través de esta memoria parcialmente restaurada renazca la voz y la producción cultural de los olvidados. Y siempre, teniendo en cuenta que cada pieza oral redescubierta se convierte en la base sobre la cual cimentar nuevas producciones culturales.  Después de veinticinco años trabajando en la reconstrucción del entramado cultural y educativo del movimiento anarquista en la Argentina, el autor de los textos que presentamos ha podido derribar algunos mitos. Uno de ellos es el reducir la influencia ácrata a Buenos Aires y Rosario. Si bien estos centros, por diversas razones, han sido la sede del grueso de los libertarios locales, su acción fue concreta y ha dejado válidos testimonios en todo el país. También he priorizado la tarea de los cientos de militantes, hasta ahora anónimos, sobre los dirigentes de las superestructuras. Cada uno de los maestros de las escuelas o talleres racionalistas, de los obreros de los centros, círculos y sindicatos, de los entusiastas fundadores de bibliotecas y periódicos en zonas inesperadas, contribuyeron a la constitución de esta expresión ideológica. Y el teatro tuvo para ellos un papel vital como instrumento de propagación del ideal. Intelectualistas y anti-intelectualistas formaron cuadros filodramáticos y ofrecieron obras de elaboración propia o de autores cercanos a la causa. Con un sistema de recepción de crítica y producción que les pertenecía, generaron un espacio autónomo muy significante para su didáctica y muchas veces rudimentaria dramaturgia. Con este espíritu, Fos escribió sus libros anteriores y los artículos que se encuentran dispersos en numerosas publicaciones, y que hoy reunimos ordenados y ampliados. La investigación encarada se pudo realizar por la generosidad y solidaridad de tantos anarquistas que le dejaron entrar en sus vidas y le ofrecieron el resultado de sus actos sin más compromiso que el de redactar con honestidad su historia. De ellos son las luchas, las penurias pasadas, las obras creadas, los cuadros filodramáticos organizados. Y siguiendo el pedido de estos militantes, Fos sólo reprodujo parcialmente los textos, ya que la mayoría considera que sólo deben ser presentados dentro de los límites del movimiento. Se trata, pues, de un pequeño espacio para los que durante muchas décadas fueron olvidados; aquellos que con entereza y ética inquebrantable defendieron sus principios. Information provided by the agent in SIGEVA

Key Words

TeatroPrácticas estético-políticasArgentina, Siglo XXAnarquismo